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¿Cómo favorecer el movimiento durante este confinamiento?

Actualmente, en esta etapa de confinamiento, niños/as y adultos en general, nos hemos visto privados de favorecer el movimiento. Se ha restringido la libertad para poder salir al exterior, al campo, playa, parque, … Las salidas permitidas son escasas, y aún pasamos demasiadas horas en casa. Hemos restado horas de psicomotricidad, educación física, juegos en el patio, a la salida del cole, salidas de fin de semana a la naturaleza, … Y los niños y niñas con diversidad funcional también han dejado de acudir a sus terapias basadas en el movimiento.

Pero en casa, la necesidad de movimiento no se detiene. Los que tienen el privilegio de vivir en una casa con jardín, pueden acceder a más opciones de juego en el exterior, pero muchas familias viven en pisos, y ahí también prevalece la necesidad de moverse; y en algunos niños más que en otros.

El movimiento es innato, ya en los inicios de la vida, en las primeras semanas de concepción, el embrión empieza a desarrollar el sistema sensorial que nos informa del movimiento, al que llamamos sistema vestibular. El feto siente el movimiento de la madre y él mismo también se mueve flotando en el líquido amniótico. Este sentido tendrá un papel fundamental en las fases posteriores del desarrollo, y durante toda la vida.

El sistema vestibular es el responsable de detectar el movimento y la gravedad, y nos aporta información sobre la posición de la cabeza y sobre la aceleración o desaceleración del movimento. Los receptores del sistema vestibular se encuentran en el oído interno y envían la información a diferentes lugares del cerebro.

Es un sistema que trabaja conjuntamente con el sistema visual para ayudarnos a coordinar los movimientos de los ojos con los de la cabeza. Cuando tenemos que mirar lo que escribe la maestra en la pizarra para después copiarlo en la libreta, estamos usando este sentido. En la clase de educación física, cuando jugamos a la pelota, también ponemos en funcionamiento este sentido para poder atrapar la pelota cuando nos la pasan.

También hace equipo con el sistema propioceptivo, que indica al cerebro qué hacen nuestros músculos, tendones, ligamentos y articulaciones. Con toda esta información, el cerebro sabe donde está cada parte de nuestro cuerpo y cómo se mueve.

El sistema vestibular también nos informa de la percepción del espacio y la posición y orientación en el mismo. También es crucial en el desarrollo y mantenimiento del tono muscular, que nos permite mantener el cuerpo en una postura determinada. Y posibilita que mantengamos la cabeza en alto y la espalda erguida, así como también es el responsable del equilibrio.

La habilidad de coordinar los dos lados del cuerpo (ir en bicicleta, recortar, saltar a la cuerda, nadar, patinar, remar, …) también recae en un buen funcionamento del sistema vestibular.

Así pues, ¿cómo puede ser que lo conozcamos tan poco, siendo tan influyente?

Cuando el procesamiento vestibular no está funcionando demasiado bien, podemos observar en los niños dificultades de atención, no aguantan mucho rato sentados, buscan constantemente el movimiento, pueden tener dificultades en el equilibrio, coordinación del movimiento y también puede verse afectado su comportamiento.

Pongámonos por un momento en la piel de un niño o niña que no puede quedarse quieto, que tiene dificultades para atender, que no es capaz de terminar las tareas por su inquietud, … y este comportamiento se malinterpreta por los adultos como desafiante, que no quiere trabajar, que no se esfuerza, … ¿Qué concepto tendrá de si mismo este niño o niña?

O pongámonos en los zapatos de otro niño o niña para el que es muy difícil subir al tobogán del parque porque le da mucho miedo hacerlo, o que en el patio con tanto movimento de niños/as alrededor suyo hace que se angustie y tiene que quedarse en un extremo del patio porque no se atreve a jugar con los demás. ¿Qué concepto se va formando de si mismo este pequeño?

Por lo tanto, el sistema vestibular también contribuye a la seguridad física y emocional.

Estos son solo algunos ejemplos, pero hay muchos más.

Intentemos ver más allá de la conducta de los niños y niñas para comprenderlos mejor y ayudarlos en los retos que se les plantea en la vida diaria en casa, en el colegio y en la comunidad.

Pero, ¿qué podemos hacer en casa para favorecer el funcionamiento de este sentido?

Cuando son bebés, reducir al mínimo necesario el tiempo que pasan en dispositivos como carritos, sillitas, asientos de coche, … que restringen el libre movimiento. Es recomendable aumentar el tiempo que pasan en el suelo, con un entorno adecuado y libre de peligros.

El porteo ergonómico también es una opción beneficiosa para el desarrollo de los bebés. La mamá o papá mientras está caminando proporciona un movimiento rítmico que ayuda a regular al bebé, al igual que cuando lo mecemos.

Muchos niños y niñas ansían el momento de volver al parque, a columpiarse, y experimentar con el movimiento que proporcionan todos los elementos de juego.

Pero aún no podemos ir al parque, y tampoco sabemos la fase en la que podremos ir. ¡Lo que sí podemos es tener un columpio en casa de forma sencilla, sin agujeros ni armatostes gigantes!

Y ¿Cómo montar un columpio en casa?

Podemos colocar una barra de dominadas a presión en el marco de una puerta y posteriormente colgar alguno de los siguientes elementos:

Hamaca de tela tejida, columpio para bebés mayores de 6 meses, columpio hinchable para espacios más amplios, hamaca de tela o lycra con sensación muy agradable de recogimiento o un kit de barra y columpio, entre otros.

Toma la precaución de colocar alguna colchoneta en el suelo para prevenir daños en caso de caída y supervisa su uso. También es recomendable proteger el marco de la puerta para evitar golpes.

¿Cuáles son los beneficios que nos aportan los columpios?

Nos encantan los columpios porque lo pasamos genial en ellos, pero también porque aportan muchos beneficios entre los que se encuentran: contribuyen al desarrollo de las habilidades de motricidad gruesa, hacen fortalecer la musculatura abdominal y de los brazos, así como de las manos al agarrarse, nos ayudan a mejorar el control postural, y el movimiento lineal de adelante y atrás proporciona regulación al sistema nervioso para poder prestar más atención.

Si tenéis dudas sobre cómo puede estar influyendo el procesamiento vestibular en la vida diaria de tu hijo o hija, alumno o alumna, contacta con nosotros a través del formulario de contacto de nuestra web , a través de nuestro correo info@capgireta.es o whatsapp.

Bibliografía disponible:

* Este artículo es informativo y no sustituye una intervención terapéutica con un profesional especializado.

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